¡Sí, funciona! Ya son 285 las vidas salvadas con LifeVac. Cada una de ellas es un motivo de celebración, que nos acerca un poquito más a nuestro objetivo de conseguir #ceromuertesporatragantamiento.
La eficacia del dispositivo anti-atragantamiento LifeVac para protegernos de un accidente de estas características cuando todos los protocolos fallan, viene reforzada por los testimonios de las personas que han tenido que utilizarlo y que se dirigen a nosotros para contárnoslo.
En España recientemente recogíamos la historia de Ángeles, con problemas de deglución que se atragantó mientras comía sandía. Fue atendida por su nuera que nos escribió para trasladarnos estas emocionantes palabras: “Sigo pensando que este aparato debería estar en todos los centros educativos, geriátricos, restaurantes, casas…Salvaríamos muchas vidas. Por desgracia yo vi fallecer a un familiar atragantado, sé de lo que hablo. Muchísimas gracias”
Pero estos días nos están llegando también reportes de otras partes del mundo: una mujer de 62 años con atrofia de sistema múltiple (MSA) a la que, debido a su condición médica, resultaba imposible realizar compresiones abdominales; o una niña de 3 años que comenzó a ahogarse con un nugget de pollo; o la de un joven de 26 años con autismo, que se ahogaba con un muffin. Así hasta 275 historias con final feliz.
En todos ellos, LifeVac fue el recurso que, dadas las condiciones de las víctimas o de las circunstancias, consiguió que el accidente no tuviera un fatal desenlace.
Así mismo, cada vez hay más instituciones que confían en LifeVac: servicios de emergencia, residencias de mayores, colegios, ayuntamientos, etc. Todos ellos nos dicen que, sin olvidar lo importante que es saber cómo actuar en estas ocasiones (animar a toser, palmadas escapulares, maniobra de Heimlich o compresiones torácicas), el dispositivo LifeVac les ofrece una tranquilidad adicional para resolver una situación muy estresante.
Tal y como dice Arthur Lih, el creador de LifeVac, “a veces hay que intentar lo imposible para demostrar que nada lo es”.
Arthur Lih recibió recientemente un emotivo regalo, hecho por su hija, un álbum con las fotos de los niños salvados con LifeVac, y que podéis ver aquí