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Los locales de McDonald’s ubicados en Tarragona apuestan por la formación de su plantilla y el dispositivo LifeVac para evitar accidentes como los atragantamientos, comprometiéndose con el bienestar y la seguridad de sus comensales.
Trabajar en un restaurante requiere estar preparado en caso de que los clientes puedan sufrir algún tipo de percance durante el momento de consumo. Por ello, son cada vez más los locales de restauración que forman a su personal en primeros auxilios para poder prestar la atención correcta hasta la llegada de los sanitarios.
La formación del personal de McDonald’s
Como explica el supervisor de la franquicia McDonald’s en Tarragona, Manuel Cuétara: “McDonald’s está comprometido con el bienestar tanto de nuestros clientes como de nuestro personal. Por este motivo realizamos cursos de formación periódicamente para garantizar que podemos atender una pequeña emergencia en caso de necesidad. También forma parte de un requisito dentro de nuestras prácticas de prevención de riesgos laborales”.
Y no solo eso, sino que el equipo también está formado en el uso de los desfibriladores disponibles en los locales y en el manejo del dispositivo anti-atragantamiento LifeVac.
Los atragantamientos, uno de los accidentes más frecuentes
El atragantamiento es la tercera causa de muerte no natural en España, y es uno de los accidentes que ocurren con más frecuencia en los restaurantes. La mayoría de las obstrucciones son leves y se superan tras el susto inicial, pero en ocasiones se llega a la asfixia.
Para evitar estos accidentes, la clave está en actuar con rapidez y tener en cuenta que el daño cerebral posible comienza a partir del minuto 4. Sabiendo esto, hay que realizar el protocolo establecido para estos casos: animar a toser, palmadas escapulares, maniobra de Heimlich o compresiones torácicas.
En los locales de la enseña en Tarragona han querido ir un poco más allá y han incorporado el dispositivo anti atragantamiento LifeVac. Este consiste en un dispositivo médico de succión que libera la obstrucción en la vía aérea en pocos segundos. Se trata de un producto médico certificado por la CE para su uso en Europa.
Manuel Cuétara comenta que afortunadamente todavía no lo han tenido que utilizar, pero que “si en una remota circunstancia se tuviera que utilizar estaríamos muy orgullosos de haber podido aportar todos los medios para salvar una vida”.
FUENTE: Restauracionnews.com